Entrevista publicada en El Periódico de Aquí (septiembre de 2023, p. 6 del suplemento ‘Viu València’)
Eduardo Olmedo (Valencia, 1976) es un baterista valenciano que se inició en la música en los años noventa y hoy es un músico de referencia que ha colaborado con artistas de la talla de Joan Manuel Serrat, Concha Velasco, Javier Gurruchaga, Lolita, Mikel Erentxun, Nina de Juan (Morgan) o Pablo Carbonell. También ha participado en bandas sonoras para el cine y en los programas de televisión ‘Los 80 son nuestros’ (Castilla La Mancha y Canarias TV) y ‘Decadamanía’ (Canal 9). Olmedo ha tocado con Lluis Llach, Madeline bell, Diego García “El Twanguero” y Los Inhumanos y ha trabajado con productores e ingenieros de sonido como Carlos Raya, Vicente Sabater, Ricky Falkner, Diego Galaz, Uwe Hoffmann, Toni Brunet, Raúl Nácher o Manuel Tomás, entre muchos otros. De entre los centenares de grabaciones en las que ha participado, destacan los trabajos con Quique González y los detectives, Soledad Giménez, Revólver, Borja Penalba, El Koala y Señor Mostaza, entre otros. Como percusionista, Olmedo domina el cajón flamenco, shakers, panderetas, darbuka y más percusión variada.
ENTREVISTA
¿En qué momento supiste que querías ser músico?
De niño, cuando veía orquestas de verbena, videoclips y escuchaba música, me resultaba algo curioso y excitante a la vez, algo que me gustaría hacer de mayor. Cuando empecé a tocar con los compañeros del colegio y tomé mis primeras clases de batería lo vi claro.
¿Por qué es tan difícil vivir de la música?
La música es un gremio desunido y con mucho intrusismo, con poco reconocimiento social y laboralmente complejo de por sí. La ministra de Trabajo Yolanda Díaz ha creado un Estatuto del Artista que ya veremos si con el tiempo se puede ir asentando.
¿Qué te ha dado la música?
Absolutamente todo.
No dejo de aprender, he viajado a sitios increíbles y la gran mayoría de mis mejores amigos son gente que he conocido en la música a lo largo de los años.
¿Con qué artistas tocas actualmente?
Estoy acompañando en grabaciones y giras al cantautor Quique González desde hace diez años, y hace poco grabé un concierto en directo con motivo de la celebración del 40 aniversario en la música de Sole Giménez.
¿Qué opinión te merece la censura cultural que pretenden imponer algunos partidos políticos?
Muy lamentable. Es alucinante el miedo que se tiene a la cultura y al pensamiento propio. Esto ya se ha visto demasiadas veces a lo largo de la historia, pero no deja de sorprenderme y preocuparme.
¿Qué opinas de la gestión de los derechos del intérprete?
Es algo justo y reconocido por ley, pero hay lagunas en la gestión.
¿Cómo fue tu experiencia de profesor?
Siempre he disfrutado de dar clases aunque, por motivos personales, lo dejé hace un tiempo.
¿Qué aconsejas a los bateristas que están empezando?
No soy muy de dar consejos, pero la paciencia, el cariño hacia tu instrumento y la gente que te rodea, el esfuerzo, la humildad e intentar ser lo más profesional posible suele dar sus frutos.
¿Qué te falta por hacer?
Siempre quedan cosas por hacer, pero es un camino muy largo y estoy disfrutando de lo recorrido e ilusionado por lo que vendrá.
Háblanos de tus proyectos.
En octubre retomaremos la gira del 25º aniversario en la música de Quique González, será larga y muy bonita, y hay varias grabaciones en los próximos meses que me ilusionan también.
¿Cuándo será la próxima gran cita en Valencia?
Por suerte soy fácil de ver tocando por Valencia en pubs, auditorios, plazas de pueblo, festivales… Una parte muy importante de mi trabajo son las grabaciones y colaboraciones con artistas más o menos locales. Concretando un poco, será el 14 de octubre, que estaré tocando con Quique González en el festival Love to Rock que se realizará en la Marina de Valencia, y el día 26 de octubre en el Teatre Micalet, donde estaré acompañando a Wilfrid Energía Humana en la gala de entrega de los Premios MICE. Aparte de eso, estaré todos los jueves a las 20 horas en las jam sessions de jazz de Black Note Club. Para mí, cada concierto es importante.
ACRÓPOLIS DE LA PALABRA 
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